Una de las plagas más dañinas es la de los roedores. Los ratones y ratas representan un riesgo para el hombre, ya que además de transmitir enfermedades, provocan daños a estructuras, cultivos y otros aspectos de una comunidad, construcción o instalaciones.

Estos roedores son capaces de atacar cultivos de maíz, arroz, caña de azúcar, maní, nuez y muchos más, así como a otros otros animales (gallinas y patos, por ejemplo). Una rata come al día el equivalente al 25% de su peso y transmite enfermedades a través de alimentos contaminados por sus heces, orina y pelos.

Aunque no son muy conocidas por muchas personas, algunas de las enfermedades que han sido transmitidas a través del tiempo son la peste bubónica, la fiebre de Lassa, salmonelosis y la triquinosis, entre muchas otras.

Además, el hombre está expuesto a heridas y daños por medio de mordeduras, lo que puede provocar numerosas infecciones graves, como rabia y tularemia; su pelaje transporta parásitos muy dañinos que derivan en otras plagas, como pulgas y garrapatas.

Muerden, roen y destruyen todo tipo de materiales, por lo que pueden provocar cortocircuitos u otros elementos que deterioran estructuras, lo que se traduce en pérdidas económicas y de recursos.